martes, 3 de febrero de 2009

Desmontando los Mitos sobre el Gimnasio

Gimnasio Marbel es un lugar muy diferente al que se imagina.


En muchas ocasiones, los clientes nos han confesado que su idea original sobre un gimnasio cambió de forma radical cuando cruzaron el umbral de la Sala de Fitness. Los estereotipos y los tópicos -exagerados por el cine, la televisión, la publicidad y las leyendas populares- no responden a la realidad. Pero son barreras, a veces insuperables, para muchas personas, porque la inseguridad o el desconocimiento superan la curiosidad o la necesidad de añadir un nuevo y beneficioso estímulo en sus vidas.

Desmontemos varios Mitos sobre los gimnasios. En primer lugar, el ambiente. ¿Qué se va usted a encontrar en Gimnasio Marbel? ¿Tipos musculosos comiendo pollo con arroz y bebiendo batidos de proteínas? ¿Chicas espectaculares? ¿Macarras karatecas? Nuestros clientes son gente "normal" -como usted y como yo-. No son modelos, ni culturistas, ni atletas de elite. Son personas de todas las edades y clases sociales, con muy diferentes motivos para asistir.

"Tengo miedo a hacer el ridículo", piensan muchas personas. La gente, y el hombre en particular, siente rechazo a las actividades muy técnicas o difíciles de dominar. La ventaja de la Sala de Fitness con respecto a las demás es que todo el mundo puede comenzar sin sentirse ridículo. Las máquinas son muy sencillas de manejar; los movimientos tan controlados, que apenas existe margen de error en la ejecución.


"No tengo ni idea de practicar deporte, ¿qué tengo que hacer?". Dejarse llevar por el Monitor. Él está siempre presente en la Sala, nos ayudará a conocer nuestro estado actual y el funcionamiento de nuestro cuerpo, a manejar los aparatos y fijar unos objetivos. El Monitor no es un sargento, ni el que más pesas levanta en el local. Es un profesional, formado en el ámbito de la salud, con experiencia, seriedad y absoluta confidencialidad en el trato. Para usted es mejor no saber nada que tener tres ideas erróneas en la cabeza.

"Tengo miedo a no levantarme al día siguiente". Es uno de los grandes mitos, por desgracia muy extendido entre la gente. Piensan que cuantas más agujetas tengan será mucho mejor. El primer día, la primera sesión, es cuando menos se trabaja. En Gimnasio Marbel no se dan palizas a los abonados. La progresión siempre será de menos a más, comenzando por lo básico y más sencillo. Se busca la sensación de bienestar tras el ejercicio y no la de llegar a casa dolorido y derrumbado. Recuerde además, que el afán por ponerse en forma suele durar una semana de euforia; después es cuestión de constancia.

"Yo no quiero sacar músculo ni ponerme cuadrada". Uno de los grandes tópicos entre las mujeres consiste en asociar la Sala de Fitness a las espantosas culturistas. En primer lugar, desarrollar el músculo en la mujer es harto complicado, por su naturaleza. En segundo lugar, en el Marbel no se busca aumentar su volumen, sino tonificarlo, endurecerlo, estilizarlo. Se busca una buena postura corporal y una espalda firme para prevenir futuros dolores. Sepan que en la Sala también se puede reducir volumen y quemar grasa.

"La abuela está demasiado mayor y el niño dejará de crecer". En el Marbel tenemos usuarios de entre 13 y 73 años. Todos los niños con los que he trabajado en la Sala me sacan hoy dos cabezas -y yo, que comencé con el Fitness tarde, me quedé en mi 1,70- mientras la gente mayor me comenta que se siente rejuvenecer, porque han recuperado parte de la movilidad, enquistada tras años de inactividad. No existe ningún informe científico, todo lo contrario, que rebata los beneficios del ejercicio físico moderado en niños y abuelos.

Estas son algunas de las dudas más frecuentes que muchos de nuestros futuros clientes sienten antes de comenzar. ¿Se le ocurre alguna más? Puede consultármela -mediante los comentarios o de forma personal en el correo gimnasiomarbel@gmail.com- sin ningún tipo de compromiso. Estamos a su servicio.

Daniel Montero (Monitor de la Sala de Fitness)

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