¡Hola, amigos! Lo primero que debemos plantearnos a la hora de abordar este tema, siempre polémico, es un aspecto fundamental, ya tratado en nuestro primer consejo. “Búscate un objetivo a la hora de realizar un entrenamiento”.
Los adolescentes, debido a las características de desarrollo correspondientes a su edad, son capaces de soportar unas cargas relativas muy superiores a los adultos, pero con una mayor incidencia en su organismo, pudiendo ser afectadas gravemente sus metáfisis o zonas de crecimiento óseas. Ello no impide que bajo la supervisión de profesionales adecuados puedan trabajar con cargas adaptadas a su nivel de desarrollo.
Las cargas irán adaptadas a su edad y a su peso corporal, trabajando con pesos similares a los que requiere su organismo. Por ejemplo, un trabajo ideal sería el de un número de repeticiones elevadas -de 15 a 20- con amplias pausas de –entre 2 minutos y 30 segundos a 3 minutos- y poco peso.
Aunque el deporte de alta competición no es un buen ejemplo, ya que la búsqueda del máximo rendimiento no aporta aspectos saludables, se observa que en diversas modalidades, como la gimnasia deportiva femenina o masculina, trabajan en la sala de fitness como parte importante de su preparación. Trasladado al ejercicio físico saludable, el que a nosotros nos interesa, tiene una lectura de moderación en la aplicación de cargas, y no en su eliminación. ¿Acaso es más saludable cargar a los adolescentes con pesas y pesas de libros sobre unas espaldas cada día más desviadas? Los padres deberían reflexionar sobre esta incongruencia.
Los adolescentes, debido a las características de desarrollo correspondientes a su edad, son capaces de soportar unas cargas relativas muy superiores a los adultos, pero con una mayor incidencia en su organismo, pudiendo ser afectadas gravemente sus metáfisis o zonas de crecimiento óseas. Ello no impide que bajo la supervisión de profesionales adecuados puedan trabajar con cargas adaptadas a su nivel de desarrollo.
Las cargas irán adaptadas a su edad y a su peso corporal, trabajando con pesos similares a los que requiere su organismo. Por ejemplo, un trabajo ideal sería el de un número de repeticiones elevadas -de 15 a 20- con amplias pausas de –entre 2 minutos y 30 segundos a 3 minutos- y poco peso.
Aunque el deporte de alta competición no es un buen ejemplo, ya que la búsqueda del máximo rendimiento no aporta aspectos saludables, se observa que en diversas modalidades, como la gimnasia deportiva femenina o masculina, trabajan en la sala de fitness como parte importante de su preparación. Trasladado al ejercicio físico saludable, el que a nosotros nos interesa, tiene una lectura de moderación en la aplicación de cargas, y no en su eliminación. ¿Acaso es más saludable cargar a los adolescentes con pesas y pesas de libros sobre unas espaldas cada día más desviadas? Los padres deberían reflexionar sobre esta incongruencia.
Si quiere preguntar, aportar o discrepar sobre alguno de los temas expuestos en esta sección no dude en escribir a gimnasiomarbel@gmail.com También puede proponer otras cuestiones a nuestro monitor y licenciado en I.N.E.F., Felipe Iglesias.
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