miércoles, 27 de mayo de 2009

¿Qué es la Plataforma Vibratoria?


Cuando hablamos de plataformas vibratorias, debemos hacerlo con el nombre propio de estimulación neuromuscular mecánica (ENM) o whole body vibration según el término anglosajón.

Existen diferentes medios de estimulación vibratoria. Las plataformas vibratorias que conocemos son un medio de estimulación del tren inferior principalmente. También las podemos encontrar para el tren superior y de carácter puntual.

Una plataforma vibratoria debe constar de una superficie o base que presenta un movimiento oscilatorio repetido, que debido a sus características, mejora la condición física. La principal aplicación de las plataformas está enfocada a la mejora de la fuerza, aunque se investiga actualmente en campos tan interesantes como la prevención de la densidad mineral ósea en mujeres durante la menopausia, la disminución del dolor en patologías lumbares o el efecto beneficioso sobre la función del área motora suplementaria y neurotransmisores en pacientes de Parkinson. Existen mas de 150 trabajos científicos publicados en los que se investigan los beneficios de la ENM.

El movimiento oscilatorio de la plataforma estará determinado por la frecuencia y la amplitud de la oscilación, así como por el tiempo de aplicación del estímulo y de la dirección de la vibración.

El eje principal del movimiento de la plataforma nos permitirá clasificarla en dos tipos (descartaremos el movimiento de traslación horizontal ya que apenas existe en el mercado). El movimiento de balanceo en torno a un eje horizontal y el movimiento vertical.

En el primer caso, debido al balanceo en torno a un eje central, la separación de los pies va a resultar importante, ya que dependiendo de la distancia de ambos pies al eje, la vibración tendrá mayor o menor amplitud.

En el segundo caso la superficie de la plataforma se desplaza en sentido vertical con la misma amplitud en cada punto.



Como hemos comentado, existen diferentes parámetros físicos que determinan la oscilación de la plataforma: frecuencia, amplitud, duración y dirección.

La frecuencia se expresa en número de ciclos de vibración por segundo. Se mide en hertzios (Hz). El rango se sitúa entre 25 y 50 Hz.

La amplitud es el desplazamiento de la plataforma en cada ciclo de vibración. Se expresa en milímetros (mm). El rango se sitúa entre 2 y 10 mm.

La duración se mide en segundos y supone el tiempo de exposición al estímulo. El rango es de 30 a 60 segundos por serie y de 4 a 20 minutos por sesión.

Con respecto a la dirección, hemos clasificado este factor en dos tipos: el movimiento de balanceo en torno a un eje horizontal y el movimiento vertical. No existen datos que aseguren que un tipo de vibración es mejor que la otra.

Estos parámetros físicos influirán en el aumento de la carga expuesta y son fundamentales a la hora de diseñar un programa.

Para entender el mecanismo por el cual es efectiva una ENM debemos saber que los efectos desarrollados por las vibraciones son dependientes de factores neurofisiológicos (principalmente el reflejo tónico vibratorio). Analizando este reflejo encontramos que la aplicación de una vibración mecánica sobre una estructura músculo-tendinosa produce un reflejo de contracción de la misma. Sin embargo, los mecanismos fisiológicos no son del todo conocidos.

En cualquier caso, los beneficios han sido descritos en numerosos trabajos científicos y se pueden asegurar. Entre ellos destacan:

- Mayor activación muscular
- Incremento de la fuerza generada, la velocidad y la potencia
- Mejoras en el rango de movimiento articular (ROM) en población activa y sedentaria.
- Mejora del equilibrio, el control postural y la capacidad de caminar.
- Aumento de la capacidad de salto y de la velocidad de desplazamiento a corto plazo.
- Incremento del flujo sanguíneo superficial y del profundo.
- Creación de un entorno anabólico debido al incremento de testosterona y GH.



Pero no todos son beneficios, ya que es importante saber que es muy recomendable evitar todos aquellos ejercicios en posición erguida sin flexión de rodillas, caderas y tobillos, así como los apoyos de cualquier parte del cuerpo sobre la plataforma, debido a la alta transmisibilidad de las vibraciones hacia la cabeza. Además, la mayoría de los fabricantes, por mera precaución, ya que no existen trabajos científicos determinantes al respecto, expresan algunas contraindicaciones como: embarazo, espondilolisis y espondilolistesis. Es importante insistir en que estas son contraindicaciones que los propios fabricantes exponen en sus manuales de uso, y que son contraindicaciones preventivas.

De estas afirmaciones se deduce que es necesario fomentar nuevos campos de investigación sobre la ENM, ya que futuros estudios pueden colocar una contraindicación preventiva en una patología susceptible de mejora con el entrenamiento con plataforma vibratoria.

Igualmente, son necesarias investigaciones independientes con relación a la calidad de las vibraciones que ofrece cada fabricante, en lo referente a la estabilidad de la amplitud y la frecuencia de cada modelo de plataforma.

Por último, habrá que esperar un tiempo a que aparezcan estudios sobre los resultados y efectos secundarios a largo plazo, ya que debido a la novedad del producto aún no se han publicado. Sin embargo, los usuarios habituales de las plataformas vibratorias, así como los entrenadores que las emplean como forma de entrenamiento, pueden dar fe de los beneficios contrastados en pocas sesiones y de la mejora de la condición física a medio plazo. Igualmente, la incursión de la ENM en el alto rendimiento y la preparación física de deportistas de alto nivel está teniendo resultados excelentes.

En resumen, como cada nuevo producto que aparece en el mercado, es importante que sea probado y testado científicamente para asegurar un beneficio para la salud sin riesgos, aunque los indicios actuales nos hablan sobradamente de sus virtudes.

El entrenamiento con plataformas vibratorias debe estar indicado y supervisado por un profesional debidamente formado y cualificado.

Gabriel Hernando Castañeda
Iván Gonzalo Martínez
(Artículo publicado en Gym Factory)

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