Esta temporada de Judo Infantil despedimos con mucha pena a Yaroslava Borysova. Como tantos niños ucranianos, se vió obligada a dejar su país por la guerra. A la enorme dificultad de dejar a parte de su familia en tan difícil situación allí, tuvo que madurar muy rápido para adaptarse a un nueva, cultura, lengua y enseñanza. Una experiencia que seguro nunca olvidará.
Gracias a las gestiones de quienes la acogieron aquí y al compromiso de nuestro centro, Yaroslava pudo practicar Judo durante casi dos temporadas, demostrando unas condiciones y carácter idóneos para nuestro Arte Marcial, que seguro continuará en Ucrania. Para los Maestros, la mayor satisfacción fue ver de nuevo una sonrisa en su rostro. Disfrutando de los entrenamientos y la competición, como deberían hacer todos los niños del mundo.
Que ninguna guerra destruya lo que el Judo y la amistad puedan construir. Nunca te olvidaremos, Yaroslava.
¡Hasta siempre! Pobachymosʹ nazavzhdy.
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